El 27 de octubre de 2024, Secundino Casas fue ordenado en la Iglesia Menonita Shalom de Tampa, que es parte de la Conferencia Menonita Mosaica en los Estados Unidos.
por Adriana Celis
Como hombre, padre, líder y pastor, Secundino Casas ha demostrado cualidades como el servicio, la proactividad, la integridad y el respeto hacia los demás. Estos atributos han sido fundamentales en su desarrollo como líder espiritual. Su liderazgo no comenzó el día de su ordenación, es el resultado de una vida dedicada al arduo trabajo en la obra cristiana. Un compromiso que se confirmó públicamente, frente a otros creyentes, el pasado 27 de octubre de 2024, cuando Secundino reafirmó su compromiso de fe y de servicio hacia la Iglesia Menonita Shalom de Tampa, que forma parte de la Conferencia Menonita de Mosaico en los Estados Unidos.
En este contexto, su esposa, Magda Yesenia Pérez, compartió con MenoTicias que la ordenación ministerial de Secundino representa la confirmación de su vocación y un paso firme en su liderazgo. Un liderazgo que ha crecido y se ha fortalecido con los años; es una celebración de la determinación, consagración y ejemplo de Secundino.
Este paso de fe no solo representa un logro para Secundino, sino también para su familia. Sus cuatro hijas, junto con Yesenia, miran el futuro con esperanza, amor y fe, conscientes del gran legado ministerial que su esposo y padre está construyendo para ellas. Nos cuenta Yesenia que Jessica, la hija menor, con tan solo cuatro años, afirma con convicción que también servirá a Dios en el ministerio pastoral cuando, a su debido tiempo, Dios confirme su llamado.
Desde MenoTicias queremos felicitar al pastor Secundino, quien ahora se dedica a servir con amor y misericordia en el ministerio de Cristo. Deseamos que sea fortalecido por el don de la gracia a través del Espíritu Santo, para llevar a cabo fielmente la obra del ministerio. Deseamos que sobresalga en todas las virtudes: en el amor sincero, en la preocupación por los enfermos y los pobres, en una autoridad sin pretensiones, en la autodisciplina y en la santidad de vida.
Sobre todo, que sea un modelo de integridad ministerial, en un tiempo en el que muchos siervos han dejado de lado este valor esencial por buscar glorias pasajeras. Que su conducta sea un ejemplo vivo de los mandamientos que Dios nos ha encomendado. Que permanezca fuerte y dedicado en Cristo, dando al mundo el testimonio de una conciencia pura. Y, por encima de todo, que imite a Jesucristo, el máximo referente de compromiso y entrega, quien vino no para ser servido, sino para servir.
La ordenación de Secundino Casas no solo marca un hito en su vida personal y ministerial, sino que también es un testimonio inspirador para su comunidad y su familia. Es un recordatorio de que el liderazgo genuino nace del servicio desinteresado, la fe inquebrantable y el compromiso con los valores cristianos. En este nuevo capítulo, su vida refleja la esperanza de que cada creyente puede ser un faro de luz y amor en su comunidad.
«Que su ejemplo continúe inspirando a generaciones presentes y futuras a seguir el llamado de Dios con dedicación, humildad y pasión» Marco Güete.